El vestido babilónico supone sobre todo la introducción del algodón y el lino para prendas interiores, mayor complicación decorativa, y una tendencia clara al uso de prendas más encajadas y complejas. Las lanas no sólo se bordan sino que se tiñen de colores sólidosentre los que destaca el púrpura, que desde ahora mismo y en toda la la Antigüedad va a ser un color de prestigio ligado al poder por la dificultad de conseguir el colorante y su excesivo precio.
Los hombres babilónicos de las clases altas visten dos túnicas superpuestas: la denominada kandis, en contacto con el cuerpo, larga hasta los pies, aparentemente ceñida y de manga larga, y otra superpuesta a la anterior, corta, y de manga corta. Entre las dos solían colocar una especie de delantal decorativo y todo el conjunto se ajustaba con un cinturón ancho. El manto rectangular envolvente completa el atuendo. Todas las prendas se presentan ricamente bordadasy con flecos de herencia sumerio-arcadia. Vuelve el pelo largo y la barba, ahora rizada en tirabuzones. Además de la mirta, para los reyes se destinaba una tiara cilíndrica adornada en su remate con plumas metalicas.
Las mujeres, más apegadas a la tradición, parece que llevaban el traje anterior sin modificaciones. Aunque el uso de las sandalias es ahora generalizado, se constata que a estas alturas se ha introducido el calzado cerrado por influencia de los pueblos de la montaña.
Los hombres utilizan una falda hasta la mitad de la pantorrilla, envolvente y sujeta con un cinturón de cuero, y manto rectangular envolvente drapeado. En el período arcadio se introduce una túnica corta bordada. El pelo lo llevaban largo y barba cuadrada; posteriormente el cráneo rapado y afeitados. El tocado preferido es la mitra, venda de tejido enrollada alrededor de la cabeza.
Las mujeres usan desde el comienzo túnicas cortas, falda y manto largo exactamente igual al masculino aunque drapeado al cuerpo de formas más diversas. Las mujeres llaman la atención por la sofisticación y la gran variedad de peinados, mostrando a veces recogidos muy complicados para los que utilizaban postizos y rellenos abultados, decorados con cintas, agujas de moño de metal imitando flores y hojas.
El calzado único, cuando se utiliza, es la sandalia.